El domingo, 2 de junio de 2019


LA ASCENSIÓN DEL SEÑOR

(Hechos 1:1-11; Efesios 1:17-23; Lucas 24:46-53)

¿Qué opinas de Donald Trump?  Tal pregunta llama la atención de casi todos.  No es por nada que a la gente le gusta discutir la política.  Pues la política afecta nuestro modo de la vida.  Parece igual en todas épocas.  En la primera lectura los apóstoles proponen a Jesús una pregunta sobre la política.  Antes de que él ascienda al cielo, quieren saber cuándo va a tomar las riendas del gobierno de Israel.  Sin embargo, Jesús tiene en cuenta un cambio más profundo que la vida política.

Dice Jesús que vendrá el Espíritu Santo sobre ellos.  Él les afectará de pies a cabeza.  La segunda lectura describe algunos de los dones que el Espíritu traerá.  Para mantener la última meta en vista les concederá la sabiduría.  Con ella no estarán tentados fácilmente trocar la promesa de la vida eterna por las atracciones pasajeras como la plata, el placer, y el prestigio.  Para que no desfallezcan en su tarea de ser testigos de Jesús, el Espíritu les impartirá la fortaleza.  Los apóstoles encontrarán fuerzas contrarias en su misión.  Si no tienen las armas del Espíritu Santo, estas fuerzas los impedirían.  Sobre todo el Espíritu les otorgará el amor.  El amor los une en la mente y el corazón.  Además les mantiene firmemente conectados al Señor.

El Espíritu Santo ayudó a un obispo en camino a la capital para participar en la marcha en pro de vida este enero.  Tomando el asiento próximo, una mujer le dijo que había sido católica pero no asistía en la misa.  Le añadió que era feminista proabortista.  El obispo no le preguntó sobre sus motivos.  Más bien le habló de diferentes cosas.  Cuando ella le dijo que había servido como voluntaria en una reserva india, el obispo le contó de su experiencias trabajando con los indígenas.  Resultó que la mujer salió del avión con una perspectiva más abierta a la fe que previamente había querido dejar para siempre.

Cuando los apóstoles ven a Jesús ascendiendo, se quedan allí mirando al cielo.  No se dice qué están sintiendo en ese momento.  Sólo podemos imaginar el sentido de asombro mezclada con la devoción que les envuelve.  Tal vez Pedro piensa en construir una chuza en el lugar como quería hacer después de la transfiguración.  Pero los dos ángeles que estaban en el sepulcro la mañana de la resurrección aparecen de nuevo.  Les dicen a los discípulos que Jesús regresará.  La implicación es que vendrá para juzgar al mundo por sus méritos.  Ellos ya tienen la comisión de predicar el evangelio.  No pueden llevarla a cabo con sus ojos fijados en el cielo.

La misión se ha pasado a nosotros.  Como el obispo en el avión no vamos a llevarla a cabo haciendo arengas.  Más bien tenemos que mostrar el amor para todos como Jesús nos ha enseñado.  El Señor nos ha enviado el Espíritu Santo para ayudarnos.  Él tiene más aplicaciones que el IPhone.  Podemos contar con él en cualquiera situación.  Podemos contar con el Espíritu Santo.

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