Nuestro
Señor Jesucristo, Rey del Universo
(Daniel
7:13-14; Apocalipsis 1:5-8; Juan 18:33-37)
Un cuento acerca
del monarca francés Luís XIV muestra una característica de los reyes terrenos.
Un día dos campesinos encontraron al rey cazando en el campo cerca sus
tierras. El uno comentó al otro que el
rey no se llevaba guantes. El segundo le
replicó que a los reyes no les hacen falta guantes. Añadió que siempre tienen las manos en los bolsillos
de la gente. En el evangelio Jesús
atestigua que no es este tipo de rey. De
veras, dice que su reino no es de este mundo.
No quiere decir
esta frase que no existan rasgos del reino de Jesús aquí. Simplemente significa que la justicia del
reino de Jesús todavía no ha permeado la tierra. Se ve la falta del reino de Jesús no solo en
el número creciente de homicidios sino también en las mentiras y comentarios
asquerosos que se encuentran en el Internet.
Allí la gente a menudo critica a uno al otro no con la intención de
corregir sino de destruir.
Sin embargo, se
encuentra la paz del reino de Jesús en los corazones de los justos. Un dulce padrecito comparte gratis folletos
del diálogo entre Nuestra Señora de Guadalupe y el indígena Juan Diego. Quiere sembrar la paz por recordar a todos de
la misericordia de Dios por enviar a la Virgen.
Así esperamos que el espíritu de su reino haya penetrado las paredes de
nuestras casas. En una parroquia el cura
dice que ha convencido a una docena de familias para rezar el rosario juntos
diariamente. Ciertamente no es solo por
decir el Padrenuestro y la Avemaría que encontremos la paz. Pero que no dudemos que esta práctica
continuada por meses y años traiga bendiciones innumerables.
Jesús añade que
ha venido para “ser testigo de la verdad”.
Tiene en cuenta la verdad de su reino.
Sí, dice, existe su reino de amor a pesar de la experiencia humana de
lucha y rencor. Jesús ha venido del alto
para informar a aquellos de la verdad que su esperanza para la paz no es en
vano. Dijo anteriormente en este
evangelio de San Juan que todos de la verdad escuchan su voz. Desgraciadamente, Pilato no lo cree porque no
es de la verdad.
Ojalá que no sea
así con nosotros. Ojalá que seamos de la
verdad creyendo en Jesucristo y el destino de la vida eterna que ha ganado para
sus seguidores. Nos probamos como
personas de la verdad por preparar a este mundo para la venida de
Jesucristo. Dentro de poco vamos a
entrar en el tiempo de Adviento. Entre
otros objetivos el propósito de Adviento es prepararnos para la Navidad. Personas de la verdad hacen mucho más que
apurarse con compras navideños. Al
contrario, se tranquilan regularmente para meditar en el misterio que
celebraremos. Piensan también en cómo
pueden apoyar a los menos afortunados como Jesús nos ha apoyado con su venida.
En este mundo de
lucha y rencor algunos dirán que nosotros creyentes no somos de la verdad. Levantarán la crítica que creemos en un
mito. Debatir con ellos sería tan vano
como prohibir la venta de pavo durante este tiempo. Sin embargo, siempre podemos mostrarles que
somos de la verdad. Hacemos esto por
rezar juntos en la casa y en la misa. Lo
hacemos también por decir la verdad aun cuando hacerlo nos cueste la
comodidad. Finalmente, mostramos que
somos gente de la verdad por apoyar a los desafortunados. Queremos que ellos
también tengan la esperanza de la vida eterna.
PARA LA
REFLEXIÓN: ¿Quiero ser perfecto? ¿Cómo
tengo que cambiar mis actitudes y acciones para lograrla?
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