El domingo, 2 de enero de 2022

 LA EPIFANÍA DEL SEÑOR

(Isaías 60:1-6; Efesios 3:2-3.5-6; Mateo 2:1-12)

Hay villancicos tradicionales y villancicos nuevos.  En tiempos recientes a mucha gente le encanta “El Tamborilero”.  Todos nosotros conocemos la historia.  Un pobre muchacho no tiene nada para mostrar homenaje al recién nacido rey, Jesús.  Entonces se le ocurre que pueda tocar su tambor por él.  Cuando lo hace, el niño sonríe de aprecio.  El muchacho se junta con los pastores y los magos de los evangelios en la adoración para el Hijo de Dios.

Se encuentran los pastores solo en el evangelio según San Lucas.  Cuando se enteran de que el Mesías ha nacido en Belén, no pierden tiempo para honrarlo.  Vemos a los magos solo en el pasaje hoy del evangelio según San Mateo.  Después de un encuentro con Herodes y los judíos, proceden a Belén.  Al entrar la casa de José, ven a María con su bebé.  Inmediatamente se postran para mostrar su sumisión al rey de los judíos.

Los evangelistas cuentan estas historias para explicar la misión del Hijo de Dios.  Los pastores representan a la gente común.  No son personas educadas.  Trabajan por el mínimo de salario.  El Mesías les quitará a los malvados que los oprimen.  Les dará la cercanía con Dios que hace tolerable, aun buena, su vida dura.

Los magos forman un contraste con los pastores.  Pero no son reyes.  (Esta idea proviene de la primera lectura.  Isaías cuenta de reyes llevando regalos a Jerusalén.  También la tradición de magos montando camellos tiene origen en la primera lectura.)   Los magos investigan los cielos en busca de la verdad.  Son personas cultas.  Ellos encuentran en el niño Jesús la fuente de la sabiduría que lleva al mundo a la paz.

Tanto como Jesús encarne la gracia en las dos historias, Herodes personifica el pecado.  Se hace celoso cuando escucha de un rey que es Mesías de Israel.  Cuando pide a los magos que le informen de los paraderos del niño, está tramando una intriga para matarlo.  Los sumos sacerdotes y los escribas se unen con Herodes para formar una conspiración contra Jesús.  En tiempo estos líderes religiosos se opondrán a Jesús por su interpretación fresca de la ley.  Se satisfacen con las cosas como son porque se aprovechan de ellas.  No quieren dejar su autoridad a un otro, aún si fuera el Mesías.

Pero Jesús no viene para agarrar el poder político de Herodes.  Ni tiene propósito de cambiar la ley.  Su misión es mostrar al mundo los modos de Dios.  Quiere que todos tengan “la buena vida” que conduce a todos a la justicia. A veces se representa “la buena vida” como una serie de cruceros lujosos en todas partes del mundo.  Pero no es así en la historia cristiana.  “La buena vida” significa reconocerse a sí mismo como hijo de Dios. Es sentir el llamado de Jesús para ser su discípulo.  Es ponerse en compañía de muchas personas honradas. 

Se puede vivir “la buena vida” en varias maneras.  Un modo que vale la admiración es el movimiento llamado “Pueblo de Alabanza”.  Este grupo se dedica a renovar al mundo con la fuerza del Espíritu Santo.  Los miembros pertenecen a diferentes comunidades cristianas.  Se dedican a vivir sus promesas bautismales al pleno.  Se reúnen el domingo en la tarde después de los servicios en sus iglesias particulares.  Estudian juntos la Biblia y planean sus obras sociales.  Un proyecto impresionante ha sido habitar barrios decaídos para reanimar a la gente pobre.  Los miembros del “Pueblo de Alabanza” muestran al mundo la verdadera “buena vida”.  

Hemos lanzado 2022.  Todos esperan que sea mucho mejor que el año pasado.  ¡Qué Dios lo permite!  Sin embargo, es más importante que sea año en que vivamos la “buena vida”.  Seamos tan pobres como los pastores de Belén o tan cultos como los magos del Oriente, que vivamos nuestras promesas bautismales.  Esto sería el regalo apropiado para el niño Jesús a la próxima Navidad.

 

PARA LA REFLEXIÓN: ¿Qué es mi idea de “la buena vida”?  ¿Cómo puedo conformarme a “la buena vida” en la historia cristiana?

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