Homilía para la Fiesta de Nuestra Señora de Guadalupe
(Lucas 1:39-48)
Un autor mexicano-americano ha propuesto una idea chocante. Escribe Ricardo Rodrigúez de la “reconquista” de California. Dice que dentro de una o dos generaciones California estará en manos de descendientes mexicanos. Se logrará la “reconquesta” no por medio de una revolución. Mucho menos habrá una invasión por el ejército mexicano. No, la transformación tendrá lugar por medios democráticos con el crecimiento de familias de inmigrantes. Para algunas la idea del Señor Rodríguez tiene que perturbar como la propuesta del ángel a María en el evangelio. Ella concebirá a un hijo a pesar del hecho que quedará virgen.
Hablamos de “manos de descendientes mexicanos” en control de California. Por esta frase no queremos decir que los directores van a estar hablando castellano. No, el idioma principal del estado quedará el inglés. Si estarán hablando español, pero a lo mejor algunos tendrán un acento. Ni tendrán apellidos exclusivamente mexicanos como Martínez, García, y Chávez. Más bien, muchos llevarán apellidos “anglos” – pues muchos serán productos de “matrimonios mixtos.” Por lo tanto, sus facciones también tendrán rasgos de las diferentes razas – blanca, amarilla, y negra. En el evangelio Gabriel cuenta a María que su hijo será muy diferente. Así los hijos y nietos mexicanos del año 2050 serán distintos de sus abuelos y padres hoy.
Posiblemente ustedes no crean esto. Sus propias manos están tan llenas de responsabilidades – trabajar, cuidar a los niños, enviar dinero a la familia en México – que no piensen en el futuro alejado. Además, tal vez no les convenga la idea de tomar control porque no quieren amenazar a los patronos acá. Pero lo que se propone aquí no es improbable, sino el contrario. Otra vez, no pasará por la espada sino por las demográficas – eso es, el crecimiento de la población. De todos modos como María cuando responde a Gabriel, “¿Cómo puede ser eso...?” algunos acá se sienten incómodos con el concepto.
Una mejor pregunta para nosotros ahora es: ¿Estará guiada “la reconquista” por la Virgen de Guadalupe? Eso es, ¿encarnarán nuestros descendientes los valores de la fe – la justicia, la paz, la humildad, y la piedad? Pues, éstos son las marcas de la Virgen dejadas en la imagen. El color azul-verde de su manto representa la cruz entre fuerzas opuestas – la paz entre los pueblos. El cinturón que lleva es la señal de su preñez –dará luz a Jesucristo, el sol de la justicia. La tez morena de su cara indica que ella quiere identificarse con los más humildes. Y los ojos bajados muestran la piedad de una persona que reconoce a Dios como el fin de todo esfuerzo humano no sí misma.
Cuando hablamos de “los valores de la fe,” no tenemos en cuenta que los sacerdotes rijan el gobierno. Aunque los padres sean entre los mejores de seres humanos, sabemos que los gobernantes tienen que ser capaces en la política y la socioeconómica. Sin embargo, los valores de la fe incluyen un respeto profundo para la vida. Este respeto no tiene lugar para el aborto y el concepto erróneo del “matrimonio entre los gay.” No somos contra ni las mujeres ni los homosexuales cuando hablamos así. Más bien, aceptamos a todas personas como dignas de nuestro amor. Sin embargo, tenemos que rechazar algunos actos como no naturales. Por el bien de todos no podemos aceptar estos actos como “normales.”
Para que nuestros descendientes mantengan los valores guadalupanos, no debemos fallar en nuestras responsabilidades. Tenemos que asistir en la misa -- no sólo en la fiesta de la Virgen sino todos los domingos. Pues, aquí escuchamos la Palabra de Dios y recibimos la gracias para cumplirla. También, tenemos que cuidar a nuestros niños con la cuerda de amor. Hoy en el día del Internet los muchachos pueden enredarse en la maldad aún en sus propias recamaras. Tenemos que estar siempre presentes en sus vidas para protegerlos, apoyarlos y enseñarlos cómo andar en el camino recto.
En este país recordamos al Señor César Chávez encabezando la marcha de los trabajadores agrícolas. Siempre tenían al frente la imagen de la Virgen de Guadalupe. Para ellos la Virgen representaba todos los valores verdaderamente humanos. Esperamos que nuestros descendientes mantengan los mismos valores. Esperamos que practiquen la fe por la asistencia en la misa. Esperamos que encarnen la justicia por la atención al trabajo y a la familia. Esperamos que siempre, siempre miren a la Virgen de Guadalupe como guía por este mundo de bastante maldad. Que la Virgen de Guadalupe sea su guía.
Predicador dominico actualmente sirviendo como rector del Santuario Nacional San Martín de Porres en Cataño, Puerto Rico. Se ofrecen estas homilías para ayudar tanto a los predicadores como a los fieles en las bancas entender y apreciar las lecturas bíblicas de la misa dominical. Son obras del Padre Carmelo y no reflejan necesariamente las interpretaciones de cualquier otro miembro de la Iglesia católica o la Orden de Predicadores (los dominicos).
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