El domingo, 29 de noviembre de 2015


El Primer Domingo de Adviento5

(Jeremías 33:14-16; Tesalonicenses 3:12-4:2; Lucas 21:25-28.34-36)

¿Cómo esperamos?  ¿Qué hacemos cuando nos encontramos en una fila o llegando tempranito para una reunión?  Muchas gentes hoy día revisan los emails en sus teléfonos.  Las lecturas de la misa hoy nos recomienda otro modo de esperar.

Es cierto que tienen en cuenta una espera más larga que el minuto antes de que cambie el semáforo. Cuando escribieron los libros del Nuevo Testamento, los autores no sabían el tiempo del regreso de Jesús.  Pensaban que habría sido pronto, pero su preocupación no era tanto el momento.  Más bien, se preocupaban que la gente fuera lista para recibirlo.  Lucas citando a Jesús mismo  nos amonesta: “Estén alerta, para que los vicios…no entorpezcan su mente”. 

Su consejo sigue válido hoy.  La pornografía de Internet está contaminando la mente de muchos, tanto adultos como jóvenes.  Ya en este tiempo navideño muchos niños están condicionados a ser codiciosos.  Consideran los regalos extravagantes – los PlayStations e IPads – no como regalos por comportamiento bueno sino como derechos simplemente por existir.  Deberíamos resistir estas tendencias para conservar nuestros corazones, en las palabras de la primera lectura, “irreprochables en la santidad”.

Con el inicio del Año de la Misericordia el papa Francisco nos provee una pista para superar los vicios. Quiere que practiquemos la misericordia por ser más comprensivos y menos severos.  En lugar de juzgar a los pobres como si fueran ignorantes que les tratemos como hermanos.  En vez de mirar a los jóvenes con ojos codiciosos, que los consideremos como hijos en necesidad de nuestro buen ejemplo.

Un voluntario laico muestra el espíritu de la misericordia.  Hace a veces dos visitas a la prisión cada semana.  Entra en conversaciones con los encarcelados.  Hablan no sólo de los partidos de fútbol sino de los deseos de sus corazones.  Por supuesto, el voluntario no recibe nada por su servicio. La verdad es que le cuesta bastante.  Gasta su tiempo y tiene que soportar la burocracia.  Lo hace para prepararse para la llegada de Jesús.  Es la verdad: lo hace por Jesús.

No hay comentarios.: